Hoy ha hecho un día buenísimo, hasta he podido sacar un rato la colada al jardín. Así que he decidido aprovechar bien el día. Primero he hecho unas cuantas de los alrededores de las dos estaciones meteorológicas del trabajo de climatología urbana. La estación que emula estar situada en un ambiente natural se encuentra entre los invernaderos de la universidad donde trabajan varios departamentos. Para simular la reflexión solar sobre una superficie vegetal se plantó un cuadrado de césped en la localización.
Estaciones meteorológicas utilizadas en el estudio. Arriba: ambiente urbano; abajo: ambiente natural.
A continuación he ido a la oficina de registro de estudiantes extranjeros para pedir mi certificado de inglés. Así que después de una infinidad de emails y una carta formal (la cual he visto cuando han abierto mi solicitud) pidiendo que por favor me devolviesen mi TOEFL, por fin me lo han devuelto.
Después de comer wok (el cocinado posiblemente se merezca un futuro post en mi sección cocinitas) en la cantina de la universidad, he tenido clase doble de Living Landscapes. La primera hora hemos tenido una amena clase sobre jardínes y huertos urbanos (allotments). Durante la segunda hora se han expuesto los dos primeros seminarios de la asignatura. Yo tenía cierta curiosidad por saber el nivel de los alumnos y el nivel de exigencia de los profesores, y aunque he conseguido sacar algunas conclusiones, depende mucho del alumno en concreto.
El primero por ejemplo, un estudiante undergraduate (de grado) ha tratado el tema del papel de la vegetación urbana a la hora de reducir el albedo y el efecto isla de calor de las ciudades. Una exposición normal. El segundo, un estudiante mature (es decir, de unos 60 años) nos ha soltado una parrafada en plan cuenta cuentos (sin utilizar el ordenador) sobre el impacto emocional de las flores sobre las personas. Entretenido al principio pero agotador al final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario