Nada más producirse el terremoto las sirenas sonaron por toda la costa americana e islas del Pacífico. Rápidamente se produjeron y publicaron mapas con la hora e intensidad prevista del recorrido del tsunami:
Cartografía que muestra la hora estimada de llegada del tsunami (líneas discontinuas) y la intensidad (en colores) (vía New York Times).
Las alarmas de poco sirvieron (dudo que les diese tiempo a sonar) en lugares como la isla de Juan Fernández (la isla de Robinson Crusoe), Talcahuano y Pelluhue. En la isla, dicen que las sirenas sonaron demasiado tarde (un chileno de interior comentaba "no me explico como los hab de Juan Fernandez se sienten chilenos, si no fuimos capaces de alertarlos del riesgo de maremoto") y que la mayoría se enteraron de la llegada del maremoto gracias a una niña de 12 años. En la zona costeras de Tacahuano y Pelluhue aún no se conoce el número de víctimas y desaparecidos:
Sin embargo, el tsunami no continúo su destrucción por el Pacífico. En lugares como Hilo (Hawai), la gente se refugiaba en refugios y los reporteros colocaban cámaras estratégicamente para captar semejante acontecimiento (la etiqueta de twitter esta vez fue #hitsunami). Al final únicamente se observó ciertas anomalías en el oleaje y cambios de color del agua debido a la intrusión de masas de agua más profundas.
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